Retinopatía diabética
Artículo de la Dra. Miriam Carbajal
¿Qué es?
La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes y una de las causas principales de ceguera.
Los niveles elevados de azúcar en sangre dañan los vasos sanguíneos pequeños produciendo múltiples alteraciones en la retina.
¿Qué tipos existen?
La retinopatía diabética se divide en la no proliferativa (estadios más incipientes) y la proliferativa (estadios más avanzados).
La retinopatía diabética no proliferativa puede ser desde leve a grave según el grado de afectación de los vasos sanguíneos y la retina. En estadios incipientes los vasos sanguíneos se dilatan produciendo microaneurismas que pueden causar edema y hemorragias a medida que la enfermedad progresa. En los casos más graves los vasos sanguíneos se dañan y se taponan provocando isquemia, es decir la falta de aporte sanguíneo a la retina.
La retinopatía proliferativa se produce cuando existen áreas de isquemia extensas en la retina y el ojo genera vasos sanguíneos anómalos o neovasos. Los neovasos tienen tendencia a romperse produciendo grandes hemorragias en el interior del ojo. A medida que progresa la enfermedad estos neovasos crecen tirando de la retina provocando un desprendimiento de retina.
¿Qué síntomas produce?
En los primeros estadios de la enfermedad, incluso en casos muy avanzados, ninguno. Cuando existe edema en la zona central de la retina (mácula) aparecerá visión borrosa y deformidad de la imagen.
En la retinopatía proliferativa, cuando hay sangrados, se pueden ver moscas negras o incluso perder la visión por completo. En los casos más graves puede existir dolor y pérdida de visión de forma permanente.
¿Qué podemos hacer para evitar la enfermedad?
Para evitar la aparición de la retinopatía es importante mantener un buen control de la diabetes, se aconseja que la hemoglobina glicosilada esté por debajo del 7%.
Se deben hacer controles del fondo de ojo de forma anual para detectar los casos incipientes e iniciar el tratamiento de forma precoz cuando la retinopatía progrese.
¿Como se diagnostica?
El diagnóstico inicial se realiza valorando el fondo de ojo con la pupila dilatada.
Disponemos de otras pruebas como la retinografía para poder comparar la evolución de la enfermedad, la OCT que nos ayuda a detectar y cuantificar el edema macular y la angiografía fluoresceínica para detectar los neovasos y la isquemia.
¿Tiene tratamiento?
Existen múltiples tratamientos, inyecciones con fármacos antiinflamatorios o corticoides, láser o cirugía en los casos más graves
Cada caso debe ser evaluado por un especialista y aplicado de forma personalizada a cada paciente.